El norte de España es conocido por su impresionante paisaje y su rica cultura, pero quizás uno de sus mayores tesoros es su gastronomía. Este recorrido gastronómico es una invitación a descubrir los sabores auténticos y tradicionales que ofrecen las regiones de esta parte del país.
Comenzando en el País Vasco, uno no puede dejar pasar la oportunidad de probar los famosos pintxos. Estas pequeñas delicias, que se sirven en casi todos los bares del casco antiguo de San Sebastián, son mucho más que simples aperitivos. Con combinaciones que van desde bacalao con pimientos del piquillo hasta foie gras con manzana, cada bocado es una explosión de sabor. Acompañar los pintxos con un vaso de txakoli, el vino blanco local, es el toque perfecto para una experiencia completa.
Siguiendo hacia Cantabria, hay que hacer una parada obligatoria en pueblos costeros como Santander o Comillas, donde el marisco fresco es el protagonista. Aquí, las almejas a la marinera y el marmitako, un guiso de bonito con patatas, son platos que reflejan la esencia marinera de la región. No olvidemos las sobaos pasiegos y las quesadas, dulces tradicionales que conquistan a cualquier comensal.
En Asturias, la sidra es la reina indiscutible. No hay nada como adentrarse en una sidrería para disfrutar del escanciado, un arte que consiste en verter la bebida desde cierta altura para resaltar sus sabores. La sidra acompaña perfectamente a platos tan característicos como la fabada asturiana, compuesta de fabes (judías blancas) y diversos embutidos. Otro imperdible es el cachopo, una generosa porción de carne empanada rellena de jamón y queso que promete dejar satisfecho a cualquiera.
Finalmente, en Galicia, se puede saborear uno de los mariscos más codiciados del mundo. Las rías gallegas proporcionan ostras, percebes, y centollas de una calidad excepcional. El pulpo a la gallega, cocido y aderezado con pimentón y aceite de oliva, es una de las recetas más representativas. Para cerrar con broche de oro, un trozo de tarta de Santiago, hecha a base de almendras, es perfecto.
Cada región del norte de España ofrece una experiencia gastronómica única, forjada por generaciones de tradición. Este viaje culinario no solo deleita al paladar, sino que también permite conectar profundamente con la cultura y el alma de sus gentes. Así, saboreando su gastronomía, uno descubre un pedazo del corazón del norte.